Con la Ayuda del Espíritu - Noviembre 14, 2022

Lectura: 1 Samuel 9 y 10
En nuestra lectura de hoy aprendemos mucho de lo que el Señor quiere hacer en nuestras vidas. Miramos el ejemplo de Saul, un joven preocupado por las circunstancias de la vida. Pero lo que no sabía era que Dios lo dirigía cada vez más hacia su llamado.

Vemos que para ejercer su llamado, él tuvo que ser ungido; Ser ungido no solo es que le fuera derramado aceite, sino que vemos un significado espiritual más profundo. Su vida espiritual estaba siendo transformada al tener un derramamiento del Espíritu Santo quien lo equiparía para su llamado. Fue una unción memorable y evidente porque la cabeza de Saul estaba totalmente empapada de aceite.

Como cristianos, tenemos preocupaciones diarias, pero bajo el nuevo pacto, Dios nos ha prometido un consolador quien nos guiará a su voluntad. Así mismo, cuando nos sometemos a Él y somos llenos del Espíritu Santo, nuestra llenura y empoderamiento del Espíritu Santo debe ser memorable y evidente en nuestras vidas. Saul podía recordar este evento y saber que Dios lo llamó a algo especial como Rey de Israel.

Para que Dios usara a Saúl al máximo tenía que ser convertido en otro hombre por la llenura del Espíritu del Señor. Dios le dió otro corazón. El nuevo corazón fue un regalo de Dios.

Nosotros también podemos tener otro corazón del SEÑOR pero debemos recibirlo de Él.