Daily Bread/Pan Diario 2023 // Abril 5

Amada Iglesia, hoy nos encontramos en los capítulos 23 y 24 del Libro de Job.

Inicia el capítulo 23 con lo siguiente:
"Entonces Job volvió a hablar: «Hoy mi queja todavía es amarga, y me esfuerzo por no gemir. Si tan solo supiera dónde encontrar a Dios, iría a su tribunal." (v. 1-3)
Podemos entender que aún al final del discurso de Elifaz, Job continuaba sintiéndose desesperado. Teniendo en cuenta que el consejo de Elifaz estaba lleno de sabiduría, ni ese consejo, ni el de los demás, no aliviaban y solo empeoraban una agonía mental y espiritual.

Job se sentía separado de Dios. ¿alguna vez te has sentido así?; porque seguramente, esta no era la primera crisis en su vida, Job había encontrado alivio y consuelo en Dios en tiempos anteriores, (algo que todos deberíamos encontrar cuando buscamos de Él)  pero, en esta catástrofe, sentía que no podía hallar a Dios.  v3 - "Si tan solo supiera dónde encontrar a Dios," ¿usted se ha hecho esa misma pregunta? ¿si supiera la respuesta, que le dirías a Dios al hablar con Él? 
Esto no solo nos habla del sentido de Job de la pérdida de la presencia de Dios, sino de su anhelo de recuperarla.

En los v8-9 dice: "Voy hacia el oriente... voy hacia el occidente... No lo veo en el norte... miro al sur;" Job insistía en que había buscado a Dios en medio de su crisis. Así como muchos de nosotros buscamos su refugio, había buscado en todas las direcciones que pudo. Fue como si un silencio total de parte de Dios se estuviera manifestando ante Él.

Job admitió que no podía comunicarse con Dios, pero se aferraba a la confianza de que Dios aún estaba en control sobre esta crisis.

Leyendo en el Capítulo 24, aquí vemos a Job dándole su respuesta a su amigo Elifaz. Job ya había expresado en el capítulo 23, su deseo de encontrar a Dios debido a la invitación que Elifaz le había dado cuando le dijo en el capítulo 22:21: "Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz."
Ahora, Job lo conocía como su Redentor, pero él no comprendía lo que le estaba ocurriendo, y necesitaba el consuelo, la ayuda, así como la luz del cielo; y eso no lo había estado recibiendo de parte de estos amigos suyos.

Debemos reconocer que Elifaz también actuó mal al aceptar los chismes que estaban circulando, y como naturalmente el corazón del hombre es malo, concibe toda clase de cosas cuando en realidad no saben ni conocen las bases para ello.
Ellos sabían que Job estaba sufriendo, y creían que aparentemente Dios lo estaba castigando, y pensaban, como la gente, que él tenía algún pecado secreto.

Ahora, Elifaz había intentado desentrañar el pecado secreto que él imaginó en la vida de Job. El efecto que esa actitud causó en Job fue colocarle aún más en una posición defensiva.

De hecho, hizo surgir en él otra pregunta: "¿Por qué es Dios tan exigente y duro conmigo? Él aparentemente justifica las acciones de otros que realmente son pecadores y cuyos pecados son del dominio público".

Es algo que nos lleva a profundizar en que muhcas veces, como creyentes, debemos prestar más atención a la palabra de Dios, que a lo que los demás nos pueden indicar que está pasando en nuestra vida; recordemos que la palabra en Santiago 5 nos orienta a buscar de los ancianos de la iglesia cuando estamos pasando por momentos difíciles.

Bendiciones,

Eduardo Quintero
 

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