Sembrador

Dios bendiga sus vidas!

La palabra de Dios la leeremos en el evangelio de Marcos capítulos 3 y 4

Dedique un bonito tiempo para estudiarlos.

Como verá hay mucha riqueza espiritual en cada uno de estos pasajes, por lo que en este día meditaremos específicamente en la parábola del sembrador.

Si alguna vez ha sembrado un árbol frutal, sabe que una de las primeras cosas importantes en hacer es buscar un buen terreno para sembrar la semilla. De aquí se determinará tu cosecha.

Todo sembrador sabe que la buena tierra es necesaria para que la semilla al entrar, mientras va creciendo tome todos los nutrientes que necesita y su raíz se fortalezca y profundice. Al pasar esto el árbol crecerá y será fuerte y su fruto bueno.

En la vida espiritual es igual! La semilla es la santa palabra de Dios, la cual Hebreos 4:12 nos dice, es viva y eficaz y penetrando hasta lo profundo de nuestro ser, da fruto visible en nuestras vidas, renueva nuestros pensamientos, purifica nuestro corazón y nuestra vida en general. Este es el instrumento de Dios para transformarnos!

Como verá el problema no es la semilla, ya que la excelencia de su germinación es del ciento por uno!!

Oremos al Señor ser buena tierra, que quite de nosotros toda piedra, toda dureza y toda maleza para que su semilla prospere en nuestras vidas, que cuando meditemos en su palabra está haga en nosotros lo que dice que va hacer!

No hay terreno difícil para el Señor!

Gisela Muñoz